Sin embargo, las mujeres se abren espacios desde los colectivos para trabajar por las comunidades.

Heidi Tamayo Ortiz

Las luchas históricas de las mujeres para hacer valer sus derechos les han dejado importantes resultados en las esferas social, familiar, laboral y educativa. Los cambios en los imaginarios sobre sus roles se han transformado. Sin embargo, persisten las brechas salariales y una menor participación en cargos directivos y políticos respecto a los hombres.

En el caso de Medellín, es amplia la presencia del género femenino en organizaciones sociales que luchan por sus derechos y los de otras poblaciones. En total, según datos de la secretaría de las Mujeres, en la ciudad hay 21 colectivos femeninos, en las 16 comunas y los 5 corregimientos.

Construcción de paz, reivindicación de derechos, reparación integral a las víctimas del conflicto, desarrollo local, seguimiento a políticas públicas, derechos sexuales y reproductivos son algunos aspectos en los que trabajan estas organizaciones.

De acuerdo con cifras de la secretaría, de los 2.376 delegados elegidos para presupuesto participativo en 2016, 1.396 fueron mujeres, es decir, el 62,7 por ciento. Asimismo, el 60 por ciento de integrantes de los 21 semilleros infantiles conformados en Medellín corresponde a niñas, mientras que el 40 por ciento de los 400 clubes juveniles cuenta con participación femenina. Entre tanto, de los 25 cabildantes mayores para el periodo 2015 – 2018, 11 son mujeres.

Pese a que el género femenino se abre camino en espacios de participación, Juliet Gómez Osorio, directora de la Corporación Colectiva Justicia Mujer, considera que sigue siendo un desafío que haya condiciones de equidad en la participación política. Para la experta esto se refleja en que del total nacional de candidatos para las elecciones del próximo 11 de marzo solo el 34,5 por ciento es mujeres.

También dijo que se mantiene la ausencia del reconocimiento del liderazgo de las mujeres y de confianza en que lo pueden hacer bien. Otro factor, añadió, es que ellas prefieren hacer trabajo social y comunitario, en las organizaciones y la academia, o en escenarios políticos, pero no electorales. Gómez indicó que persiste la minoría de mujeres en los cargos políticos y directivos.

En las Juntas Administradoras Locales (JAL), el 36 por ciento son mujeres y el 65 por ciento, hombres. En el concejo de Medellín, 5 de las 21 curules son ocupadas por mujeres, lo que representa el 23 por ciento.

Por su lado, Valeria Molina, secretaria de las Mujeres de Medellín, explicó que con la dependencia de Participación Ciudadana se está haciendo un esfuerzo grande para que los proyectos de los territorios se desarrollen con enfoque de género, así como para apoyar a las lideresas que desde hace años trabajan en las comunidades.

“Ellas son mujeres que hablan de los derechos en los territorios, es un feminismo popular, mujeres que llevan a los lenguajes comunes y corrientes, a las esquinas, a los escenarios de encuentro, el tema del feminismo desde las problemáticas de cada uno de los territorios”, indicó la funcionaria.

También resaltó que la mesa directiva del concejo este año esté conformada por dos mujeres y que en la alcaldía haya presencia femenina en el 50 por ciento de altos cargos, sumando secretarias y subsecretarias.

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